¿Puedo hacer un contrato de deportista profesional a jugadores profesionales de eSports?

Los eSports en España aún no han sido reconocidos como deporte de forma oficial, tal y como mencionábamos en artículos anteriores, pese a que muchas personas sí los consideran como tal. El problema surge en esa concepción clásica que se tiene acerca de que un deporte implica una actividad física, que implique correr, saltar, sudar etc. No obstante, existen actividades reconocidas como deporte que no cumplen con esa concepción clásica, como es el ajedrez, que sí está reconocido oficialmente como deporte. Esta falta de reconocimiento de los eSports como deporte no solo afecta en un plano conceptual, sino que se materializa también en el plano laboral, y en acciones concretas que afectan directamente a los jugadores profesionales de eSports, impidiéndoles tener una serie de derechos laborales.

En un artículo anterior se mencionaba que los jugadores profesionales de eSports en su actividad diaria se asemejaban muchísimo a los deportistas profesionales, ¿quiere esto decir entonces que se les puede hacer contratos especiales para deportistas? La respuesta, en opinión de quien suscribe estas líneas, es que actualmente no.

El Real Decreto 1006/1985, de 26 de junio, por el que se regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales declara que esta norma se aplicará a los deportistas profesionales entendiendo como tales a  “quienes, en virtud de una relación establecida con carácter regular, se dediquen voluntariamente a la práctica del deporte por cuenta y dentro del ámbito de organización y dirección de un club o entidad deportiva a cambio de una retribución”. De esta definición podemos sacar una serie de características:

– Debe existir una relación con carácter regular: Los jugadores profesionales de videojuegos tienen contratos que les unen a sus clubes por los cuales prestan sus servicios de forma habitual para el club, es decir, se cumple esta nota de regularidad.

– Se dediquen voluntariamente a la práctica de un deporte: Está claro que en estos casos la nota de voluntariedad se cumple aunque, y aquí ya surge uno de los primeros problemas, se exige que sea dentro de la práctica de un deporte.

– Por cuenta ajena y dentro del ámbito de una organización y dirección: Como ya se ha mencionado en artículos anteriores, los jugadores profesionales de eSports están sometidos a las direcciones del club, entrenan, disputan encuentros, viajan, acuden a actos publicitarios, todo ello son notas de que están bajo la organización y dirección del club.

– De un club o entidad deportiva: Los equipos de eSports se agrupan en figuras análogas a los clubes o entidades deportivas, pero no gozan de un reconocimiento administrativo concreto que los reconozca como tales, por lo que no se cumpliría tampoco con este requisito.

– A cambio de una retribución: La nota de la retribución también se da porque los jugadores profesionales de eSports cobran una retribución por su trabajo, que se puede ver aumentada con primas en función de los títulos obtenidos o de los actos publicitarios.

En definitiva, los eSports cumplen todos los requisitos que se exigen en el Real Decreto, salvo la consideración de deporte (por lo que tampoco gozan del reconocimiento de entidad deportiva), pero este requisito es fundamental.

Como ya hemos mencionado esta falta de reconocimiento como deporte, impide poder aplicar a los jugadores de eSports la relación especial de deportistas profesionales, y ello porque en España, los eSports aún no se han reconocido como deporte. Por eso y por mucho que se asemejen los jugadores profesionales de eSports a deportistas profesionales no se puede utilizar este tipo de contrato, debiéndose realizar contratos para una relación laboral ordinaria a la espera de una regulación específica del sector que o bien los considere como deportistas profesionales o bien cree una nueva figura especial.