09/04/2019
Por lo general, lo más adecuado en cualquier profesión es dejarse asesorar por personas que saben más que uno mismo. Esto ocurre en la música, en la que los artistas prefieren centrarse en lo artístico y dejar que el plano no musical de su carrera sea gestionado por managers, ocurre en el deporte, en el que, por ejemplo, los futbolistas deciden tener agentes, quienes intervienen en fichajes y negociaciones con los clubes.
Esto no es tan -de hecho, nada- habitual en los deportes electrónicos, sector en el que sólo unos pocos jugadores tienen representantes, agentes o managers que -por aclarar- a efectos legales, las tres figuras son lo mismo: un intermediario con más o menos facultades para negociar y que presta servicios al jugador. De aquí en adelante les llamaremos “representante”, por ser este el término mayoritariamente aceptado en el sector de los esports.
Los representantes de jugadores, en el plano legal, habitualmente son comisionistas mercantiles de los que se describen en el Código de Comercio del año 1885. Aplicar esta normativa es una consecuencia directa de la falta de regulación específica para los esports, y es uno de los aspectos en los que la normativa general es suficiente y satisface las necesidades del sector, aunque llame la atención que una norma de hace más de 130 años se adecúa perfectamente a lo que hoy son los representantes de jugadores de esports.
Reflexiones aparte, el Código de Comercio explica que el contrato de comisión tiene por objeto un mandato para llevar a cabo operaciones de comercio y que el mandante (el jugador) está obligado a pagar al comisionista el premio de la comisión. Esto quiere decir que el representante tiene que tener un mandato por parte del jugador que debe respetar, lo cual podría -y es recomendable- estar reflejado en un contrato. A veces se articulan estas relaciones mediante contratos de agencia comercial, en vez de comisión, debido a la habitualidad de las operaciones encomendadas al representante, nota que principalmente diferencia a una de otra figura, pero de modo general, estaremos ante un contrato de comisión mercantil. En algunos casos, cuando la representación es amplia, nos encontraremos con que el contrato de comisión o agencia conlleva también la prestación de ciertos servicios.
De esta forma, los jugadores y representantes deberán firmar un contrato de comisión o agencia con servicios relacionados al ámbito de representación, y el jugador otorgará poderes de representación como vehículo para ejecutar los mandatos del jugador al representante, tales como poderes con facultades disposición o consulta sobre cuentas bancarias, para suscripción de acuerdos de patrocinio, etc. El contrato regulará la relación entre ambos y el poder permitirá que esta relación sea efectiva frente a terceras personas o entidades.
Los puntos principales y más habituales de los contratos entre jugadores y representantes son los relativos a:
Es clave tener en cuenta que la normativa aplicable prevé que el representante deba rendir cuentas al jugador sobre los negocios abiertos y que, el contrato y el otorgamiento de poderes responden a la voluntad del jugador y al mandato que realiza el jugador al representante, esto se traduce en que el representante no pueda actuar en contra de la voluntad del jugador.
En clave de negocio, sería conveniente que los jugadores se hicieran ayudar por representantes, asesores legales y financieros serios y con conocimiento del sector. Seguro que esto ayudaría a una mayor y más rápida profesionalización de la industria. Nuestra recomendación es que tanto los jugadores como los representantes suscriban los contratos necesarios para regular la relación que desean tener y, en consecuencia, se otorguen los apoderamientos que sean necesarios.
Desde aquí puede conocer mejor los servicios del Departamento de Esports.
Autores
José Ignacio Saldarriaga Alonso
Socio. Mercantil, Societario M&A y Venture Capital