‘Tax Equity cultural’: una de las oportunidades de inversión más lucrativas | Expansión Fiscal

Podríamos decir que España es un referente internacional en la creación de industrias creativas. El cine, la publicidad, las industrias musicales y los eventos son importantes motores de la economía de nuestro país y otros, como el sector del gaming y el entretenimiento digital están cada vez más presentes en el contenido que consumimos en nuestro país.

Es indudable que estas industrias contribuyen al avance tecnológico, a la continuidad y cuidado de nuestro patrimonio cultural, a la creación de empleo y por ende al desarrollo económico.

Una de las maneras más habituales y eficientes que tiene el Estado para fomentar la conducta inversora en favor un determinado sector o actividad, es mediante la creación de deducciones fiscales. Este sistema de bonificación tributaria permite a los contribuyentes reducir su carga fiscal en una cantidad sustancialmente superior a la inversión que realiza y, por tanto, convierte este instrumento en una de las inversiones más rentables que existen en el mercado; todo ello con la seguridad que proporciona que las deducciones están previstas en la propia ley, aunque funcionarán siempre que sean adecuadamente estructuradas por asesores expertos en la materia para asegurar el éxito en su aplicación.

Esto ocurre con las deducciones culturales vigentes en España para producciones audiovisuales y para espectáculos en vivo. Estas deducciones hacen que el Estado asuma y comparta parte del riesgo con el inversor y que se facilite la financiación de proyectos culturales, que serían más difíciles de financiar si la deducción no existiera. Los ejemplos más clásicos de los proyectos susceptibles de generar deducción fiscal son las producciones cinematográficas y los festivales de música.

Estas deducciones, de las pocas que quedan en nuestro Impuesto sobre Sociedades, reportan además la posibilidad de ser cedidas a 3º, que denominaremos inversores, a través de dos mecanismos reconocidos en la Ley del Impuesto (LIS en adelante): las Agrupaciones de Interés Económica (AIE, en adelante) y los contratos de financiación del art.39.7 LIS.

En el caso de la AIE, está se convierte en promotora del evento cultural o coproductora de las películas teniendo el derecho para poder aprovecharse de las deducciones. Y dado que la AIE es un ente “transparente” a efectos fiscales, esto es, no tributa por si mismo sino transfiere sus Bases y deducciones a sus socios, al tener derecho a la deducción está se la transfiere a sus socios, que son los inversores.

Con el contrato de financiación del artículo 39.7 de la Ley del Impuesto de Sociedades permite que estos inversores, como premio a su apoyo a la cultura, adquieran el derecho a una deducción del 120% de lo desembolsado en proyectos como un espectáculo, un festival o el rodaje de una serie.

En esencia si el inversor aporta, en ambos casos, 100.000 € a una AIE o a un contrato de financiación se adquiere el derecho a recibir una deducción de 120.000 € siempre que se cumplan los requisitos de la Ley del Impuesto.

Dichas deducciones y la forma de transferirse por esta doble via convierten este mecenazgo “fiscal” como una herramienta de financiación del sector audiovisual y musical español muy relevante. A muchos nos gustaría ver como dicho mecanismo se extiende a otros sectores como por ejemplo a nuestra industria de creación de videojuegos, o a sectores del entretenimiento que actualmente solo se pueden aprovechar parcialmente de dichas deducciones.

Estamos, por tanto, ante un mecanismo fiscal de inversión en el sector cultural español muy interesante que busca dinamizar nuestra industria cultural y conceder un beneficio fiscal muy interesante en los tiempos que corren.