20/05/2019
El pasado 26 de marzo se publicó la Resolución Legislativa del Parlamento Europeo, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre los derechos de autor en el mercado único digital. Aunque aún quedan algunos trámites previos para su aprobación, todo apunta a que el texto final será muy similar al ahora vigente.
Uno de los artículos más controvertidos del texto actual es el famoso artículo 17 (antiguo 13), que establece un cambio de paradigma a los prestadores de servicios de intercambio de contenidos en línea, es decir, de aquellos que ponen a disposición de usuarios contenidos subidos por otros usuarios (YouTube, Twitter, Instagram, entre otras). Dicho cambio consiste en que no les aplicará en adelante la excepción de responsabilidad que la Directiva de Comercio Electrónico establece a los prestadores de servicios de intermediación y, en concreto, por servicios de hosting.
En este sentido, la Directiva responsabiliza a los prestadores de servicios en línea que realicen un acto de comunicación al público o de puesta a disposición del público, cuando dan acceso a obras protegidas por derechos de autor subidas por los usuarios, sin haber obtenido previamente la autorización del titular del derecho protegido.
La única forma de evitar dicha responsabilidad será probando que han realizado sus mayores esfuerzos para evitar que estén disponibles en sus servicios obras y otras prestaciones que puedan violar derechos de terceros.
Como manifestamos en la guía Claves legales de los esports, publicada por EJASO ETL GLOBAL, el streamer es aquella persona que retransmite y comenta las competiciones o partidas, o publica contenidos a través de distintas plataformas de streaming como YouTube o Twitch.
Asimismo, el streamer puede publicar en la red tutoriales de diferentes videojuegos (walkthroughs). Para ello, deberá solicitar al publisher la correspondiente autorización ya que, como titular del videojuego, es quien debe permitir dicha explotación. A pesar ello, no suelen solicitar ningún tipo de autorización, produciendo esta dinámica que se violen derechos de autor y, aquí es donde entra en juego la directiva de los derechos del Copyright.
Aunque los publishers actualmente no están tomando acciones legales al respecto ya que la publicación de dicho contenido les beneficia por obtener una publicidad indirecta de sus videojuegos, la realidad es que con la nueva normativa esta dinámica podría cambiar, no solamente porque los publishers puedan aprovechar la circunstancia para reclamar autorizaciones, sino porque las plataformas de intercambio de contenidos pondrán medios para que los usuarios de los servicios en línea no puedan subir contenido que pueda violar derechos de autor.
Como consecuencia de ello, las dificultades que podría encontrar los streamers para subir el contenido serán los filtros que aplicarán las plataformas para detectar violaciones de derechos de autor, en tanto en cuanto, los prestadores de servicios de intercambio de contenidos en línea serán los responsables de los contenidos visualizados en sus plataformas que violen derechos de autor. Hoy en día, YouTube ha creado un sistema que permite detectar violaciones de derechos de autor denominado Content ID.
Asimismo, Facebook o Google utilizan algoritmos para controlar esos contenidos ilícitos o sistemas automáticos de reconocimientos de obras. No obstante, hay que tener en cuenta que dichos detectores están pensados en principio para la identificación de contenidos audiovisuales protegidos, y no para identificar vídeos en los que aparecen videojuegos.
En cualquier caso, tendremos que esperar a que se aplique la directiva en España para comprobar si al final se logra conciliar el derecho de los creadores con la necesidad de difusión de los esports.
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