Los “palos en la rueda” que dificultan el trayecto hacia la recuperación económica y del empleo

El pasado 23 de mayo de 2022, la OIT ha publicado la 9ª edición del “Observatorio de la OIT sobre el Mundo del Trabajo” en el que ofrece un análisis de como los acontecimientos que se están produciendo en 2022 a nivel mundial, (guerra en Ucrania, medidas de contención del comercio en China y fuerte incremento de los precios), están sacudiendo el mercado de trabajo e influyendo negativamente en materia igualdad, empleo y recuperación económica.

Acontecimientos que están afectando a la recuperación del mercado laboral

Tras la crisis que, en 2020, provocó la pandemia de COVID-19, y después de una recuperación “desigual, incierta y frágil” a lo largo de 2021. En 2022, las perspectivas de crecimiento económico y de empleo se han visto truncadas por una sucesión de acontecimientos como la guerra de Ucrania o las recientes medidas de contención aplicadas en China que, en palabras de la OIT, “han perturbado el considerablemente el comercio y los mercados de productos básicos, con un rápido aumento de los precios, en especial el de bienes esenciales como los alimentos y la energía”. Todo ello está provocando un fuerte incremento de la inflación que añade riesgos a la recuperación económica y del empleo con frecuentes y sucesivas revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento que ponen de manifiesto un claro deterioro del proceso de recuperación.

Las 10 principales conclusiones del informe

1. Después de un breve repunte a finales de 2021 y principios de 2022, los cierres de centros de trabajo siguen una tendencia a la baja.
2. Estancamiento de la tendencia positiva de las horas trabajadas. Tras un aumento significativo, durante el último trimestre de 2021, el nivel de las horas trabajadas está disminuyendo desde principios de 2022.
3. La recuperación no está cerrando la brecha de género en las horas trabajadas. Pese a las mejoras significativas en 2021, en el primer trimestre de 2022 la brecha de género en horas trabajadas se amplió apreciándose un claro retroceso en la igualdad de género en esta materia.
4. Persisten las diferencias en la recuperación del empleo entre unos países y otros. A finales de 2021 los niveles de empleo se habían recuperado en la mayoría de los países de ingreso alto, mientras que en la mayoría de las economías de ingreso mediano los déficits seguían siendo apreciables.
5. Los ingresos laborales de la mayoría de los trabajadores aún no se han recuperado. En 2021, tres de cada cinco trabajadores vivían en países en los que los ingresos medios anuales procedentes del trabajo aún no habían recuperado su nivel del cuarto trimestre de 2019. Hay que tener en cuenta que los ingresos procedentes del trabajo sufrieron una enorme pérdida en 2020, siendo inferiores en un 3,5 por ciento al nivel del cuarto trimestre de 2019.
6. Las mujeres más perjudicadas que los hombres con la caída del trabajo informal. El empleo informal resultó más perjudicado durante la crisis, en especial en el caso de las mujeres, pero también está repuntado más rápido que el empleo formal, aunque, en general, la velocidad de la recuperación del empleo ha sido más lenta para las mujeres que para los hombres, lo que ha contribuido a una creciente brecha de género en el empleo a nivel mundial.
7. En las economías avanzadas, la recuperación del empleo va acompañada de un aumento importante de la tensión en el mercado de trabajo (relación entre las ofertas de empleo y los solicitantes de empleo). Según el informe, la tensión del mercado de trabajo aumentó en una media del 32 por ciento, es decir que por cada trabajador desempleado hay ahora un 32 por ciento más de vacantes que antes de la pandemia. Por el contrario, no hay indicios claros de tensión del mercado de trabajo en los países en desarrollo, donde la recuperación es más lenta.
8. A pesar de esta tensión, los mercados de trabajo no están recalentados. Se constata que la mayor tensión del mercado de trabajo no implica automáticamente que los países avanzados estén cerca del pleno empleo y que corran riesgo de «sobrecalentamiento».
9. La inflación añade riesgos a la recuperación. Hay que tener en cuenta que los periodos de inflación alta tienen fuertes efectos distributivos y los mercados laborales pueden verse afectados de diferentes maneras: mientras los productores de productos básicos y los que se dedican a actividades relacionadas con ellos pueden experimentar un aumento de los ingresos. Tal es también el caso de las empresas que pueden trasladar el aumento de los costos a los consumidores. Sin embargo, muchas empresas pequeñas no tienen esta posibilidad, y se ven obligadas a absorber el aumento de los costos, lo que pone en peligro su capacidad para sobrevivir. Desde la perspectiva de las familias, el aumento de la inflación afecta a los ingresos reales de los hogares, lo que podría reducir la demanda agregada y hacer que muchas familias tengan que afrontar reducciones significativas de los ingresos disponibles.
10. Las sucesivas crisis que vienen aconteciendo desde 2020 están dificultando la recuperación del mercado laboral, especialmente en los países en desarrollo. Para abordar esta situación se requiere de la solidaridad internacional y de “una estrategia integral para garantizar la protección social (incluidas las medidas relacionadas con la salud) y promover la creación de empleos de calidad”.